El intestino es el mayor órgano inmunológico del cuerpo humano. En él habita lo que denominamos la microbiota intestinal, que es un conjunto de millones de bacterias y levaduras de más de 400 especies. La importancia de la microbiota intestinal estriba en que su actividad biológica puede contribuir de manera positiva a la salud de cada ser humano, constituyendo una poderosa defensa para el organismo.
Durante la vida intrauterina, el intestino del feto permanece totalmente estéril y carece de cualquier tipo de microorganismo. Es en el transcurso del parto cuando estas bacterias y levaduras comienzan a colonizar el mismo, completándose este proceso durante los dos primeros años de vida. Al finalizar esta etapa, la diversidad de microorganismos que habita en el intestino del niño será similar a la del adulto.
La microbiota intestinal, única para cada persona, puede cambiar a lo largo de la vida por múltiples causas como el tipo de dieta, el grado de estrés al que está sometida, la medicación que precisa, la zona geográfica donde vive, etc.
Entre los efectos beneficiosos de la microbiota intestinal podemos destacar:
- Nutrición y metabolismo, incrementa la absorción de calcio por el colon y regula el metabolismo hepático de los lípidos o grasas.
- Efecto barrera, protege frente a agentes infecciosos externos y frente al crecimiento incontrolado de especies potencialmente patógenas o desencadenantes de infección.
- Efecto regenerativo del epitelio intestinal, mejorando así la función barrera del mismo.
- Inmunomodulación, mejora los mecanismos de la respuesta inmune.
Para mantener la microbiota intestinal en perfecto estado, debemos tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Administrar, en cantidades adecuadas, microorganismos externos con propiedades beneficiosas como Vita Biosa que contribuyen al equilibrio de la microbiota intestinal.
- Consumir una dieta rica en legumbres, cereales integrales, frutas y verduras.
- Beber 2 litros de agua al día.
- Tener precaución ante la ingesta de antibióticos, ya que pueden destruir o alterar la flora intestinal.
- Tomar suplementos para reforzar la flora intestinal, ante casos donde sea necesario (trastornos gastrointestinales, alergias alimentarias…).
Diabetes tipo 1
Científicos del Institut National de la Santé et de la Recherche Médicale (Inserm), la Universidad París Descartes y el Centro Francés de Investigación Científica están estudiando la posible relación entre el óptimo estado de la flora intestinal y la prevención de la diabetes tipo 1. Su teoría se basa en el hecho de que la flora intestinal produce ácidos grasos cuya función es controlar una proteína, producida por las células beta del páncreas y con capacidad protectora e inmunorreguladora, que puede estar implicadas en el control de la diabetes tipo 1.
Los investigadores observaron en sus estudios que los roedores con diabetes tienen un menor nivel de estos ácidos grasos y de dichas proteínas que los roedores sanos.
Así, mediante la transferencia de parte de las bacterias intestinales de roedores sanos a diabéticos se consiguió la inhibición del desarrollo de la inflamación pancreática y, por tanto, de la enfermedad autoinmune.
Diabetes tipo 2
Vita Biosa es una bebida probiótica con 8 cepas bacterianas que podría ayudar a personas con diabetes tipo 2 a perder peso corporal, a aumentar la sensibilidad de las células a la insulina y a disminuir notablemente los niveles de glucosa en la sangre.
Por tanto, como algunos científicos han citado se podría denominar a los probióticos como la medicina del futuro. Todavía quedan pendientes muchas investigaciones que nos permitan conocer exactamente cómo, hasta qué punto, y qué áreas de la salud humana se ven influidas por estos “huéspedes”, pudiéndose en un futuro manipular la composición y función de la flora intestinal para lograr beneficios concretos para la salud.
Fuente:
Autor: Mª Lucía Plasencia Molina, Especialista en Atención Farmacéutica, Educadora nutricional y Terapéutica en Diabetes mellitus.