El consumo de probióticos en adultos mayores, aumenta el número de bacterias beneficiosas y ayuda a prevenir ciertas patologías. Por lo general, las personas se preocupan por cosas como, que al llegar a la vejez tengan una pensión, un hogar propio y por poder viajar, entre otras cosas. Pero pocos se preocupan por cómo será su salud intestinal una vez lleguen a la tercera edad.
El envejecimiento de los seres humanos, es un proceso normal que tiene dos modalidades, la primera es la fisiológica, que tiene que ver con el deterioro natural del cuerpo por el paso del tiempo y el desgaste que se sufre a lo largo de la vida, este es imposible de detener o evitar. La segunda es el envejecimiento que tiene que ver con la calidad de vida que llevamos y las modificaciones que imponen las enfermedades acumuladas y los diversos factores ambientales; en esta parte, nosotros si influimos directamente, de manera positiva o negativa.
Cuando entramos en el proceso del envejecimiento, desaparecen del intestino bacterias beneficiosas, lo cual promueve la proliferación de grupos bacterianos potencialmente patógenos, que dan lugar a la disbiosis y estimulan la respuesta inflamatoria. Estos cambios en la microbiota pueden modificarse con un estilo de vida más sano, llevando una alimentación saludable y consumiendo probióticos, los cuales ayudan a restaurar el equilibrio de la microbiota intestinal. Estudios demuestran, que el empleo de probióticos tanto en individuos sanos como en enfermos, además de mejorar su función intestinal, disminuye el riesgo de padecer infecciones y reduce su duración cuando ya se ha presentado.
El adulto mayor y la disbiosis
Como te habíamos mencionado antes, en la etapa del envejecimiento se pierde un considerable número de bacterias buenas y a su vez las bacterias patógenas crecen en número, ocasionando un desequilibrio en la microbiota intestinal conocido como la disbiosis. También el organismo va perdiendo la capacidad para metabolizar y retener de forma correcta los nutrientes, por ello nos volvemos más propensos a sufrir enfermedades y padecimientos degenerativos y por tanto, requerimos la ingesta continua de diversos medicamentos que, si bien nos ayudan a sentirnos mejor, al mismo tiempo producen efectos secundarios en otras partes del cuerpo.
El desequilibrio de la microbiota intestinal en los adultos mayores puede causar:
- Tránsito intestinal lento que produce estreñimiento.
- Dificultad para absorber los nutrientes.
- Deterioro en la Microbiota Intestinal.
- Dificultad para digerir.
- Dolor abdominal que inhibe el apetito.
- Constantes infecciones locales.
Generalmente, para contrarrestar estos padecimientos, los profesionales de la salud recetan a sus pacientes, una serie de antibióticos, analgésicos y antiinflamatorios que deben ser ingeridos por largos periodos de tiempo. Estos medicamentos lo que hacen es barrer, tanto las bacterias buenas como las malas de la microbiota intestinal, por lo que el sistema inmunológico puede verse afectado, dejando a los individuos vulnerables y expuestos a más enfermedades
Dicho esto, estamos de acuerdo en que muchas veces no es posible suspender los medicamentos recetados por los médicos y es ahí en donde el consumo de probióticos es vital para evitar que se causen grandes estragos intestinales. Recuerda que un intestino sano, con una microbiota equilibrada, absorbe los nutrimentos que necesitamos para vivir adecuadamente y fortalece el sistema de defensas, para prevenir y protegernos de enfermedades.
No es imposible, si existe la manera de que llegues a la tercera edad gozando de buena salud y si ya eres una persona de la tercera edad, no es demasiado tarde para que empieces a llevar un estilo de vida que incluya actividad física, una alimentación balanceada, rica en frutas y verduras, con un buen aporte de fibra, vitaminas y minerales, pescados, carnes blancas entre otros. Además de estas recomendaciones, incluye en tu dieta diaria un Probiótico Natural, que te ayudara a preservar y a mejorar la salud de tu microbiota intestinal.
Fuente. Elprobiotico.com