El amor propio es la aceptación, el respeto, las percepciones, el valor, los pensamientos positivos y consideraciones que tenemos hacia nosotros mismos y que puede ser apreciado por quienes nos rodean.
Nadie tiene la responsabilidad de completar lo que nos falta. El amor propio depende de nuestra voluntad para querernos, no de quienes están a nuestro alrededor ni de las situaciones o contextos en los cuales no desenvolvemos.
Nos corresponde a nosotros encontrarnos y actuar conforme a lo que nos sucede en nuestro interior. Debemos promulgar los mismos valores que sentimos como propios y trabajar por escucharnos y fomentar nuestra autoestima.